Intuía tu sonido acortando mi silencio
La piel
la sequía de mis nervios
sucumbía a la electricidad de tu distancia
Una vez más mi cuerpo transformaba su fondo
Suelo erosionado en mis brazos
y en mis ojos el espejismo de un océano
Tu mundo acuático
Esa gran pecera
Podía verte a lo lejos
Como un punto ciego en el horizonte (con el que siempre tropiezo)
¡Podía olerte tan intensamente!
Que mi espiración propagaba tu aroma
Y los campos
las ciudades de mierda
Se empapaban de ti
A través de mí
Dando forma a nuestro imperio
Ya nada podrá pararnos, decías
Convirtiendo en mantra tus palabras
Yo me abandonaba a tu impulso
Elevándome sobre cualquier conciencia
Ya no era sucio, ni indolente
Un incendió impío arrasaba mis entrañas
Flotaba
Entre el dolor y el tiempo
Gritaba
Entre el dolor y el tiempo
Ardía
Corriendo hacia un mar inexistente
Tu mundo acuático
Esa gran pecera