Cielo en mis ojos
de horizonte y tejas partidas
goteras que lo inundan todo
artefactos sin soporte culminando el espacio
Ya no encuentro el lugar de mis pasos
la sonrisa sin reporte
y mucho menos la carcajada
la tranquilidad de la evasión primaria
Todo sucumbe ante el plano arrugado
la ruta intermitente que acorta mi historia
el vértigo del acantilado que se yergue
firme
devorando días plácidos sobre la arena
El hueco de mis pisadas se cubre de agua
diluye mi historia anegada
de figuras transparentes
nadando a espalda
sin rostro
sin voz
sin sueños
seres traslúcidos flotando sobre la memoria
Ahuyento las bestias hambrientas que cercan los pozos profundos
interminables
intermitentes
que entierran mis piernas
y las raíces partidas sin savia ni arraigo
lanzan bramidos de histeria
Así mi íntima mirada se descompone
creando campos de vidrio verde
árboles de acero sin hojas
que agitan su madera pidiendo auxilio
Solo veo ramas
danzando como perros desnudos
y desde lo alto de mi apatía
añoro su roce
su áspera piel de serrín
el sonido del viento esquivando su anorexia
ramas finas como agujas
atravesando un paisaje de pinturas negras
sin fisuras
sin futuro
sin filtros
Cielo en mis ojos
de horizonte y cejas torcidas
tormentas que lo inundan todo
mentes sin resorte alienando el espacio